En las primarias del centro de Acapulco, madres y padres de familia llegaron a los planteles, hasta 40 minutos antes de que estos abrieran sus puertas...
El susodicho amate tenía 60 años, pero un anciano que andaba llorando y tomando fotos dijo que tenía 92, y que conocía el árbol desde los cinco años. Casi nos dijo: "Mi padre y yo lo plantamos..."...